(Mollet del Vallès, 1922)
Se inicia desde muy joven en el mundo de la pintura. De su periodo formativo, cabe destacar el maestrazgo de Pere Pruna y de Carles Pellicer, y la influencia de Joaquim Mir, con quien trató durante sus estancias en Mollet.
Como muchos artistas del siglo XX, Abelló hizo estancias en Londres, Bélgica, la Isla de Man, París... En los años sesenta, regresa a Mollet (donde se interesa de nuevo por los paisajes del Vallès y del Mediterráneo), pero no abandona los grandes viajes por Europa, África, Costa de Marfil, Marruecos o Brasil.
Paralelamente a su vertiente artística, Abelló desarrolló la pasión por el coleccionismo, el cual inició, seguramente, influido por la atmósfera de Can Pellicer y del taller de Milagro, donde aprendió restauración, así como por las visitas al estudio de Manolo Hugué. Poco a poco, Joan Abelló agranda su colección, embrión del futuro museo.
En el año 1996 hizo donación al Ayuntamiento de Mollet del Vallès de su fondo de arte y se creó la Fundación Municipal Joan Abelló, que inauguró el Museo en el mes de marzo de 1999.