Three Studies for a Crucifixion

Three Studies for a Crucifixion
Francis Bacon, Marzo de 1962. Óleo con arena sobre lienzo. Tres paneles, 198 x 177,7 cm. cada uno. Solomon R. Guggenheim Museum. Nueva York.

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Aunque las fuentes y los motivos de Francis Bacon se centran en imágenes reales o tradicionales, su tratamiento es de una gran “perversidad”, practicando distorsiones en las caras de los personajes de sus obras y resaltando las profundidades desagradables y a menudo repugnantes de la psique humana.

En esta obra podemos decir que Bacon vio una conexión entre la brutalidad de los mataderos y la crucifixión. La figura crucificada que resbala de la cruz en el panel derecho aparece abierta en canal, como el armazón de un animal. Esta obra simboliza la muerte inevitable, la condición humana hacia la muerte.

En Tres estudios para una Crucifixión vemos plasmado en el lienzo uno de los temas más representados en la tradición occidental: la crucifixión, que simboliza mucho más que un icono religioso, el sufrimiento humano y el dolor individual. El tema de la crucifixión aparece en las obras de Bacon hacia 1933, y pese a que se declaró ateo, el artista ve en la cruz una “maravillosa estructura en la que colgar todo tipo de sensaciones y sentimientos” .

El persistente empleo del tríptico en Bacon (formato que también suele asociarse con la pintura tradicional religiosa) permite la separación narrativa en la obra a través de la separación física de los elementos que la forman, como si de un comic se tratara.